Indicadores de cultura en tiempos de pandemia
26 de marzo de 2021
El Instituto de Cultura ha querido buscar, a través del Omnibus trimestral impulsado por Gesop, indicadores que perfilen cuál ha sido el valor de la cultura para la población de Barcelona y el Área Metropolitana en tiempos de pandemia.
Según los resultados obtenidos, un 43% de la población percibe la cultura como algo "muy importante" en su vida, siendo los jóvenes, las mujeres, los estudiantes y los nacidos en el resto del mundo, los que más la valoran.
Leer, mirar películas, series y escuchar música han sido las prácticas culturales que más han contribuido a aligerar este año pandémico. Leer ha ayudado a los mayores de 60 años y personas con un nivel de estudios alto; mirar películas en la franja entre 30 y 44 años; ir al cine, al teatro, a exposiciones y la práctica deportiva, lo que más ha pegado a los jóvenes de 18 a 29 años.
Durante el primer trimestre de 2021, a raíz de la crisis ocasionada por la Covidien 19, el Instituto de Cultura de Barcelona a través del Observatorio de Datos incluyó un cuestionario al Ómnibus trimestral de Gesop para conocer la importancia de la cultura durante la pandemia y las principales actividades e iniciativas culturales de las que ha participado tanto la población de Barcelona como la del Área Metropolitana. En total 800 entrevistas a personas de 16 y más años que residen en este ámbito territorial y que llevan a Cataluña al menos un año.
Después de un año en el que el mundo se ha dado la vuelta, los resultados principales de la encuesta apuntan a que un tercio de la población encuentra que la cultura ha sido fundamental en su vida durante la pandemia. Respecto de la importancia que se le otorga a nivel individual, el porcentaje que la percibe como 'muy importante' trepa hasta rozar el 43%.
Si bien en general el interés en la cultura va muy relacionado con la edad y el nivel de estudios, se aprecian ciertas diferencias en cuanto a los nacidos en Cataluña y el resto de España (que le otorgan un 7,1 sobre 10 ) y los nacidos en el resto del mundo (7,5). Se vislumbra una diferencia similar en cuanto a la situación laboral: quienes conceden mayor importancia a la cultura para la gente son, por este orden, los estudiantes, los trabajadores en ERTE y los trabajadores en activo; y los que hay otorgan menos los jubilados, los pensionistas y las personas vinculadas a las tareas del hogar. Las mujeres le conceden una relevancia de 7,5 (los hombres de 6,9) y, por franjas de edad, las personas entre 16 y 44 años la han valorado más que el resto.
En cuanto a la importancia de la cultura en la vida personal durante la pandemia, no se observan diferencias significativas entre los diferentes segmentos de población. En casi todos ellos, la nota media más alta corresponde a este ámbito personal, más que el social; los ancianos y los hombres son los colectivos donde más se ensancha la valoración entre ambos ámbitos. Una vez más, las mujeres valoran la importancia de la cultura más que los hombres y la franja de edad que le concede una relevancia mayor es la comprendida entre los 16 y los 44 años.
La encuesta analiza al detalle cómo se han recibido las actividades e iniciativas culturales surgidas durante la pandemia en relación con las franjas de edad y el nivel de estudios. Los resultados permiten concluir que las que han contribuido en mayor medida a la situación más llevadera han sido leer, mirar películas o series en casa y escuchar música. Leer ha ayudado mayoritariamente los mayores de 60 años y personas con un nivel de estudios alto; mirar películas, la franja entre 30 y 44 años; ir al cine ha pegado un perfil más joven, de 18 a 29 años, de la misma manera como lo ha hecho el teatro, la asistencia a los museos y la práctica deportiva. Los contenidos televisivos los han consumido todo personas de 45 años con un nivel de estudios medio. Entre las actividades sociales, la más apreciada ha sido hablar con los amigos y la familia, seguida de navegar por internet, cocinar y seguir las redes sociales.
Si cruzamos estos datos con ámbito de procedencia y situación laboral, obtenemos los siguientes resultados: los jubilados nacidos en Cataluña y el resto de España son los que más han leído y más han mirado la televisión; los estudiantes nacidos en Cataluña han sido los que han consumido más películas y series en casa y los que más música han escuchado, junto con los trabajadores en activo. También son los que han jugado más a videojuegos -en este caso los nacidos en el resto del mundo se ponen a la cabeza- y han asistido al cine, al teatro y los museos; por su parte, las personas en situación de ERTE son las que han asistido a más conciertos en línea y las que más tiempo han dedicado a las redes sociales.
Aunque la pandemia ha hecho surgir una serie de propuestas culturales, sólo una cuarta parte de los encuestados -en su mayoría de mediana edad y con un nivel de estudios elevado- menciona iniciativas que le hayan llamado la atención. Son, por este orden, conciertos y obras de teatro en línea y visitas de museos desde casa.
Las actividades presenciales que respondían a la llamada 'La cultura es segura' también han tenido un gran seguimiento, así como la iniciativa 'Música en los balcones'. La presencialidad destacó sobre todo en la visita de exposiciones y en la red de provisión de alimentos y de apoyo vecinal.
Más información sobre el contenido de la encuesta en la web del Observatorio de Datos Culturales de Barcelona.